La excelencia que se transforma en
competitividad requiere hacer las cosas
bien y de manera diferente.
Noviembre, 2023
La alta competitividad en el mercado de las Telecomunicaciones nos impulsa a renovarnos constantemente. En Telcel nos preparamos para hacer frente a un mercado cada vez más global y dinámico, que se alimenta de las nuevas tecnologías y exige una actualización constante. Por ello cuando se habla de cambio, el concepto remite a dos cuestiones básicas: innovación y calidad.
Asimismo, los procesos innovadores deben acompañarse de una filosofía de mejora continua y del
posicionamiento de nuestra marca. En términos generales, se trata de un proceso continuo en el que
se analizan e identifican las oportunidades de mejora y se introducen propuestas. Esta serie de
acciones coordinadas y conjuntas se denominan como «procesos de gestión de calidad».
El ejemplo más común lo vemos en los procesos llevados a cabo por ISO-9000, que determina
cuándo un producto cumple o no con los estándares mínimos de calidad requeridos por los Clientes.
La calidad se aplica mediante estrategias de mejora continua (Kanban, Scrum, entre otras) y cuyo
efecto es visible en diferentes áreas de la Empresa.
Los más comunes son:
La calidad y la innovación son dos
valores intangibles en la Empresa que
aseguran su futuro.
La calidad es parte importante de nuestra cultura laboral, ya que afecta de manera directa la relación
con el Cliente, los procesos de la Empresa y la entrega de los productos y servicios ofertados.